Después de haber vivido largos años en una remota isla del sur de Chile donde ni siquiera la tv llegaba, el año 92 llegué a vivir a una ciudad llamada Talcahuano que se encuentra al lado de la capital Regional, Concepción.
En esa isla sólo había conocido la experiencia del Atari y el Commodore.
Tenía 13 años.
Mi primo citadino, me dijo que era necesario que fuera a conocer un salón de juegos donde había llegado una nueva máquina, un tal Street Fighter, donde había luchadores que podían lanzar "bolas de poder".
Acordamos ir al día siguientes y así fue, tomamos un bus y llegamos al centro de Concepción, caminamos unas calles hasta que llegamos a una esquina donde había una fila que llegaba a la otra esquina.
Me dijo: "aquí es".
Yo no entendía nada, no podía creer que tal cantidad de gente estuviese esperando su turno para jugar un "simple juego de peleas".
Mi primo me dijo: "no creo que alcancemos a jugar así es que vamos por aquí" mientras me guiaba a tratar de llegar cerca de la máquina para ver los combates.
Era verdad! Un tal Ken lanzaba bolas de poder y en ocasiones unas patadas de "helicóptero".
Tenía que saber como hacer esos "poderes"!
Desde ese día nunca más pude dejar de pensar en jugar Street Fighter cada vez que me reúno con mis amigos sea cual sea la plataforma de turno.