Lo de muchos de los padres en los partidos de fútbol es de juzgado de guardia... Y lo malo, es que a los chavales se les ve de lo más avergonzados de sus padres y su comportamiento de energúmenos...
Cuando yo jugaba, a balonmano, que nunca fui muy futbolero, a veces mi padre iba a verme y yo ni me enteraba que estaba por allí...
Eran otros tiempos, otros padres, y otra educación...