Joer, quien iba a pensar que podía encontrar uno un testimonio de primera mano de un hecho histórico de hace 30 años en un Foro de arcades retro... ¡para que luego digan que los Foros ya no sirven para nada!
Por cierto, @iOtero, ¿puedes explicarnos por qué asesinaron a estos jesuitas? ¿Acaso llevaban a cabo acciones contra la dictadura o qué pasó? Yo recuerdo mucho esta noticia siendo niño y nunca he entendido por qué ocurrió ni por qué tenía tanta trascendencia.
P.D.: Cómo ha cambiado el mundo, joder... ahora tenemos pandemias y cambio climático, pero es que si uno se pone a ver noticias de hace 30 años... y aún acabamos dando gracias a Dios.
Los mataron porque luchaban por la paz y la libertad. ¿La causa que alegaron los asesinos? Que defendían la teología de la liberación
https://es.wikipedia.org/wiki/Teología_de_la_liberación,
y eso iba contra el ultra catolicismo de los militares, y les acusaron de marxistas y revolucionarios.
Yo puedo asegurar que Ellacuría, de izquierdista, poco y de revolucionario, menos. Solo era un defensor de la paz, harto de ver morir gente a su alrededor.
El ejército y el hijoputa de Cristiani, el presidente entonces, luchaban contra el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, que sí eran marxistas y revolucionarios. Y los jesuitas eran el puente entre los moderados del gobierno y el FMLN, podrían haber logrado la paz, pero eso no les gustaba a los militares más derechistas, que finalmente los mataron. Solo se salvó otro paisano mío, el padre Jon Sobrino, que aún vive y es el máximo defensor de la Teología de la Liberación. Desgraciadamente para mí, no le llegué a conocer, pero afortunadamente para él, que cuando mataron a sus compañeros, estaba fuera del país, si no, también habría muerto.
Los pocos días que viví en El Salvador entonces, durante el día, la vida era normal, la gente iba al trabajo, al campo sobre todo, porque había que comer. Por la noche en San Salvador se desataba la violencia y había combates por las calles, como decía mi amigo Vicente Rodríguez, agregado laboral de la embajada: Por el día trabajan y por la noche disparan, ¿cuándo coño duermen estos hijos de puta?
En Nicaragua creí haber visto la crueldad de la guerra en primer plano, pero la del Salvador fue una experiencia quizás más traumática para mí.
Hace unos meses me quité un lunar de la cara por si acaso era maligno. Lo delicado me lo quitaron con láser, pero lo más gordo con un bisturí eléctrico. Cuando olí mi propia carne quemada por el bisturí eléctrico, mi mente volvió a Nicaragua, a Estelí, donde las calles apestaban a la carne quemada de los guerrilleros del FLSN y del resto de habitantes --las bombas no distinguen entre combatientes y no combatientes-- bombardeados por morteros de "La Contra" dirigida y pagada por los yankis.
Se lo comenté a la cirujana que me estaba operando y me dijo que la memoria más potente que tiene el ser humano es la olfativa. No lo sabía, pero no lo olvidaré.