Aqui os dejo la ultima entrevista que hicieron los compañeros de RetroManiac a finales de agosto.
Gracias por el buen rato que pasamos y por vuestro tiempo.
http://www.retromaniac.es/2018/08/visitamos-mogue-el-artesano-de-las.html
29 de agosto de 2018
Visitamos a Mogue, el artesano de las máquinas arcade
Nos invita a mostrarnos su taller y conocer sus creaciones con madera
La primera vez que vimos una de las máquinas de Miguel (más conocido como Mogue en la escena) fue en aquella lejana ya Weekend Play Mini celebrada en el Rincón de la Victoria (Málaga). Sus pequeñas bartops con forma de pollito de New Zealand Story y el fantasma de Pac-Man causaron, por originalidad y calidad, sensación entre los visitantes. Unos años después, Mogue nos abre las puertas de su taller para mostrarnos su fantástico y artesanal trabajo.
Aquella era una tarde calurosa que no invitaba a salir del refugio que proporciona un buen aire acondicionado en casa, pero la cita estaba cerrada desde hacía días y era una oportunidad única para conocer en las distancias cortas a uno de los artesanos más conocidos en la escena de la construcción personalizada de muebles tipo arcade en nuestro país; ¡y encima vive y posee su taller cerca nuestra, cómo para perdérselo! «Tengo el taller en los bajos de la casa», nos comentó por mensajería en el teléfono. «No tiene pérdida». Así, aquella tarde de viernes que nos sorprendió por su típica flama con la que de vez en cuando nos bendice el terral malagueño, cogimos el coche junto al amigo Nacho y nos plantamos en la localidad donde vive y tiene el taller Mogue, dispuestos a dejarnos engatusar por sus creaciones y su historia.
Conocimos las máquinas de Mogue por primera vez en el Weekend Play Mini |
Lo cierto, es que hoy en día son muchas las opciones que podemos encontrar en Internet a la hora de crear nuestro propio mueble recreativo. Casi siempre obedeciendo al dictado de la caprichosa nostalgia, antiguos jugones de los recreativos o de los videojuegos en general, ven en estas reproducciones de diferentes formas y tamaños la oportunidad perfecta para revivir aquellas sensaciones en tugurios, bares o sofisticados salones. Nacho, precisamente, quiere aprovechar el viaje para definir con Mogue el aspecto y funcionalidades de su futura bartop, de modo que mataremos dos pájaros de un tiro: sabremos algo más de él y nos construirá una máquina. Qué más puede pedirse…
Mogue y Miguel, Miguel y Mogue; un auténtico fanático de los arcades enamorado de su profesión |
Sea como fuere, la oferta es mayúscula, con propuestas basadas en ordenadores, en Raspberry Pi, en kits de automontaje, en máquinas de cuerpo entero personalizables o en bartops para uno o dos jugadores… Opciones casi infinitas, cada una con sus pros y sus contras, cada una con sus calidades y modos de fabricación. De entre ellas no podemos evitar fijarnos en las creaciones de Miguel, más conocido como Mogue, su alter ego en Internet, por el tratamiento puramente artesanal de sus creaciones, el acabado de las mismas y, por supuesto, por esas máquinas con formas que nos recuerdan a personajes de videojuegos.
Mogue fabrica todo tipo de muebles de máquinas en madera según las peticiones de los clientes. De cuerpo entero, tipo bartops, para uno o dos jugadores, mandos arcade. ¡Creemos que no tiene límite el muchacho!
Miguel saca de un atestado armario lleno de papelotes, apuntes y recortes un buen mogollón de papeles doblados entre sí que al desplegarse se convierten mágicamente en un perfil perfecto de un mueble arcade rápidamente reconocible por la mayoría de los chavales que crecimos en los 80. Un trabajo de escuela, primitivo y muy efectivo que permite modificaciones y ajustes hasta tener el perfil deseado, y que luego Miguel calca sobre un tablero que corta con la sierra de calar y que ya se queda como plantilla perenne para toda vez que alguien le pida esa máquina en concreto.
Nacho y Mogue discuten los pormenores de la nueva máquina |
El trabajo de Mogue es completamente artesanal. El ordenador no entra dentro de su dinámica de trabajo. |
Las herramientas del artista |
A este mueble le quedaba ya poco trabajo para terminarlo |
«Tengo hechos los perfiles de muchos modelos de máquinas», aclara, «algunos más conocidos, otros menos. Algunos más complejos como la del mueble Vewlix, con un acabado estupendo». Dirigimos la vista hacia donde indica su dedo, y allí, entre otras plantillas, tiene Mogue una carcasa de una de estas máquinas más contemporáneas de Taito, y lo cierto es que no exagera: el acabado pulido, las esquinas redondeadas y el aspecto macizo que ofrece es impresionante. Echad un vistazo a lo que cuestan estos muebles originales u otras reproducciones que existen en el mercado, echadlo…
La máquina de la que habla Miguel es una pequeña bartop para un solo jugador, de un amarillo chillón muy llamativo y con los perfiles con la forma exacta del sprite pixelado del kiwi protagonista de este conocido juego de Taito. Mogue guarda esta máquina en el piso superior, ya en la vivienda, hacia donde nos invita a ir subiendo por unas estrechas escaleras. «Aquí guardo algunas de mis creaciones», dice. «No puedo guardarlo todo porque como veis el espacio es escaso, pero sí que mantengo algunas de mis creaciones o alguna máquina que al final la persona que me la encargó no la quiso», aclara.
Este entusiasta de los arcades, «crecí jugando en bares y salones», tiene tatuado de hecho a uno de los enemigos del juego de Taito en su brazo. En la habitación nos sorprende en primer lugar una de esas máquinas tipo Monza que se consideran en ocasiones las precursoras de las máquinas recreativas. Con componentes puramente mecánicos, Mogue fue evolucionando el concepto a lo largo de los años, pero siempre respetando la funcionalidad y el objetivo de la susodicha máquina.
Mogue lleva The New Zealand Storyen la sangre, de hecho ha obtenido varios récords en el pasado con el juego de Taito, pero tampoco es manco con el Ghouls & Ghosts, lo que nos obliga, de algún modo, a respetarle eternamente…
Mogue tenía casi terminada otra de esas máquinas tipo Monza |
La máquina del kiwi todavía sobrevive en su casa 😉 |
La planta de arriba guardaba muchas sorpresas. Además de encontrarnos de nuevo con la máquina del kiwi amarilla, «me va a costar mucho deshacerme de ella», dice Mogue, también había una bartop terminada que sirvió para que Nacho viera de primera mano los sistemas de apertura, acabados, etc. con los que trabaja. No estaba terminada al 100%, pero era un ejemplo perfecto para comprobar las dimensiones y el estilo. Una de las ventajas de trabajar con Mogue es que siempre está dispuesto a asesorar y valorar nuestras ideas, adaptándose él a las mismas, o aconsejando para realizar cambios; y es que la experiencia es un grado.
Otra de las joyas de la colección nos esperaba un poco más adelante, y es que ahí colgado en la pared estaba un robot de esos transformables que eran a su vez reloj de pulsera. Casi seguro que tuvisteis alguno en vuestra infancia. Construido con todo lujo de detalles, es una especie de centro de ocio con un televisor en la parte central y partes movibles, por lo que las piernas y brazos se separan y ajustan, la cabeza gira, etc. Ocupa lo suyo, ¡pero anda que no viste!
¡Se nos antoja ahora un poco grande para llevarlo en la muñeca! |
Una de las ventajas de trabajar con Miguel en la construcción de una máquina es su rapidez y conocimiento del medio: por un lado el de la carpintería, y por el otro el de las propias necesidades de un buen mueble arcade. Con el tiempo sus diseños han ido mejorando gracias a la experiencia
La máquina original que encontramos arriba |
Miguel nos contó con mucho detalle su forma de trabajar |
Quedaba por desvelar una última sorpresa, y es que si volvíamos a la parte inferior de la casa nos encontraríamos con su último trabajo ya pintado y pulido, «vais a ser los primeros en verla», nos dice. Allí, sobre una mesa protegida con sábanas, se encontraba el esqueleto de una bartop para dos jugadores pintada de un azulón cautivador que simulaba la silueta del fantasma de Pac-Man cuando huye despavorido de nosotros en el juego. Un acabado de lujo, tal y como podéis comprobar en las imágenes, que terminaron por convencer a Nacho: «¡quiero una con este acabado!». Pintada por su hermano, los cantos redondeados y el aspecto mate de la madera reflejan un trabajo estupendo que termina por convencer a nuestro compañero de andanzas, abandonando la idea de vinilar la máquina por completo y decidiéndose por un acabado blanco genial que podéis apreciar en el recuadro de apoyo que acompaña este texto.
Ha nacido una estrella
Aprovechando el viaje para conocer a Miguel, nos acompañó Nacho, otro loco por los videojuegos viejunos que ha querido la casualidad que nos conozcamos hace poco compartiendo afición y parte de nuestro pasado. Nacho tenía una idea bastante clara de lo que quería (una bartop para dos jugadores), pero tenía que discutir con Mogue algunos aspectos, pedir consejo sobre otros y, lo más importante, poner en marcha el proyecto.
Proceso de creación de la bartop. Desde la fabricación y
pintado del mueble, hasta el montaje del ordenador, altavoces, mandos y cableado…La máquina gira en torno a un ordenador y un monitor 4:3 de 19”. Tras deshechar la idea de incluir una Raspberry Pi, Nacho fue adquiriendo poco a poco los componentes electrónicos (botones, joysticks, el iPac2…). «Cuando llegamos allí, no tardé más que 2 minutos en saber que le iba a encargar el mueble a mogue sin dudarlo. Además, para más flechazo, resulta que el hermano de Mogue es un crack pintando (a nivel profesional), y ví el acabado que le dio a uno de sus muebles de un fantasmita del comecocos. Fue un flechazo.», comenta Nacho en un hilo de los foros Arcadespain donde explica el proceso de creación de su máquina. «El plan de vinilarla entera quedó modificado a instalar unos vinilos elegantes pero discretos en los laterales, y ya veríamos si también el CPO o no…, además de la marquesina y pantalla, claro. La cosa quedó vista para sentencia, y la misma tarde de la entrevista ya le encargué el mueble a Mogue, y en cuestión de un par de semanas ya lo tenía hasta pintado», añade.
Con el mueble de la máquina de un blanco impoluto ya en casa, Nacho se puso manos a la obra instalando la placa del ordenador, una regleta, un amplificador de sonido, el monitor, ventiladores, etc. También el siempre latoso cableado desde los joysticks y botones hasta el iPac y ya estaba lista para al menos comenzar a probarla. Ahora es el momento de decidir los diseños para los pequeños vinilos, la marquesina y el bezel, además del front-end a utilizar: ¿Mala?, ¿Hyperspin? ¿Attract Mode?… Pero… bueno, eso ya es otra historia…